LOS NIÑOS EN EL POST-MODERNISMO
Editado por: Eliseo Tintaya
FUNDACIÓN MANCOMUNAL - PROMOCIONANDO LA JUSTICIA
Chomsky en su edición “niños del siglo XXI” afirma: “Pobres los niños de este siglo XXI, me parece que no tienen las alegrías que teníamos en nuestra niñez y no soy de los que digo todo tiempo pasado fue mejor: me apoyo en hechos concretos”.
Por ejemplo, empecemos con la cantidad de hermanos que teníamos. Antes los niños no necesitaban pandillas porque su familia ya era una. Las madres tenían hijos por cuartos de docena, habían de media e incluso de docena. Ahora la moda es el par. ¡Pena si te tocaron dos crías del mismo sexo: casi eres visto como irresponsable si te animas a buscar el tercero disidente!
En contrapartida, a las mujeres pobres parece que se las embaraza sólo con la mirada. Si antes cada niño nacía con una marraqueta bajo el bracito, ahora nace con un pagaré.
Es así que, en un extremo, tenemos decenas de niños mendigando en la calle y, en el otro, niños solitarios y presos de sus casas porque no pueden salir a la vía pública, donde les acechan miles de peligros: desde violadores en serie hasta pandilleros asesinos. Al medio, por qué no, deben existir niños felices. Aun ahora acarrea el peligro en sus mismas casas, esos padres maniáticos que deshonran a su propia sangre.
Los amigos ya no son los del barrio, esos desconocidos: a lo mucho son los del colegio, o de la escuela donde los peligros pueden ser mayores. La droga, el alcohol, la navaja los espera en la secundaria, incluso es materia optativa en la promo.”
Esto es parte de una nota que me conmueve. Esos niños pueden ser bolivianos, argentinos o de cualquier otro lugar de mundo.
¿Lo saben los gobiernos, los parlamentarios? Por supuesto que sí. ¿Lo saben los policías de todo el mundo? Sí, claro. ¿Los de UNICEF, de Visión Mundial, Compasión, DNI? También. Entonces, ¿qué? ¿Cuál es la situación opuesta?
“En tanto, sí hay niños muertos por las palizas de los padres, muertos por desnutrición y enfermedades; niños amarrados porque se quedan solos en sus casas, niños quemados porque perdieron el boliviano (moneda) para el pan de cada día; adolescentes muertos por abortos, o asesinados en peleas de pandillas o en atracos.
O que desgracia oh Dios, parece que la vida se ha convertido en una escalada de violencia con una serie retornos interminables.
MIENTRAS TANTO, VELEMOS POR LOS NIÑOS CONSIDERANDO QUE SON LA PROXIMA GENERACION QUE HA DE CONDUCIR LOS DESTINOS DE NUESTRO PAÍS. LOS DESTINOS DE CADA HOGAR. LOS DESTINOS DE CADA FUENTE DE TRABAJO.
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